Los estándares éticos y deontológicos del coaching son un conjunto de principios y valores que guían la práctica de los coaches. Estos estándares están diseñados para proteger a los clientes y garantizar que el coaching se realice de una manera ética y profesional. Los estándares éticos y deontológicos del coaching se basan en los siguientes principios:
  • Compromiso con el cliente: El coach se compromete a trabajar en beneficio del cliente y a respetar sus decisiones.
  • Respeto por el cliente: El coach respeta la dignidad y la individualidad del cliente.
  • Honestidad y transparencia: El coach es honesto y transparente con el cliente sobre sus servicios y su formación.
  • Confidencialidad: El coach mantiene la confidencialidad de la información proporcionada por el cliente.
  • Profesionalidad: El coach actúa de manera profesional y ética en todo momento.

Los estándares éticos y deontológicos del coaching se dividen en tres categorías:

  • Relaciones con los clientes: Estos estándares se refieren a la responsabilidad del coach de proteger los intereses del cliente y de mantener una relación de confianza.
  • Conducta profesional: Estos estándares se refieren al comportamiento del coach en su práctica profesional.
  • Desarrollo profesional: Estos estándares se refieren a la responsabilidad del coach de mantenerse actualizado en su campo y de mejorar sus habilidades.

Algunos ejemplos de estándares éticos y deontológicos del coaching:

  • El coach respeta la autonomía del cliente y no imponer sus opiniones o creencias.
  • El coach evita cualquier conflicto de intereses que pueda perjudicar al cliente.
  • El coach mantiene la confidencialidad de la información proporcionada por el cliente, incluso después de la finalización del proceso de coaching.
  • El coach es honesto y transparente con el cliente sobre sus tarifas y servicios.
  • El coach participa en un proceso de desarrollo profesional continuo para mantenerse actualizado en su campo.
  • Los estándares requieren basarse en principios y valores sólidos.
  • Los estándares deben ser claros y concisos.
  • Los estándares son aplicables a todos los coaches, independientemente de su nivel de experiencia o formación.
  • Los estándares deben ser revisados y actualizados periódicamente para reflejar los cambios en la práctica del coaching.

Al seguir estas recomendaciones, las organizaciones profesionales de coaching pueden crear estándares éticos y deontológicos que sean útiles y efectivos para proteger a los clientes y promover la práctica del coaching de alta calidad.